Figueredo: el prócer que no figura en el Campo de Carabobo
Figueredo: el prócer que no figura en el
Campo de Carabobo
Asociar únicamente el nombre de Fernando Figueredo con una avenida
principal de la ciudad de Valencia lamentablemente es común escuchar, no
obstante, es importante destacar el desempeño de este personaje que hizo
historia durante diecinueve años dentro del extenso y duro proceso
independentista.
Fernando, nace en San Carlos un 29 de abril de 1788, lo vemos involucrado
en los inicios del movimiento independentista de 1810 como capitán y bajo las órdenes
de Florencio Palacio, dos años después cae prisionero en Araure, pasa a Coro y
por último es encerrado en las bóvedas de Puerto Cabello, escribirá el propio prócer:
“en donde permanecí unos 6 o 7 meses”. En marzo de 1816 vuelve al
ejército republicano como teniente coronel de Caballería y bajo las órdenes de
José Antonio Páez, de quien no se separa hasta que acompaña a Simón Bolívar a
Nueva Granada en 1819 obteniendo el grado de coronel efectivo en 1820.
Es importante mencionar que Fernando Figueredo estuvo presente en todas las
campañas de Venezuela, mención especial que emite el general Páez en un
certificado de 1822 calificándolo como “guerrero valiente y de un oficial
honrado”, lo ubicamos en el sitio de San Carlos y Valencia en 1814; en las
batallas de Casanare; “en casi todos los combates” que se dan
en Apure; “en Angostura y sitio de aquella plaza” bajo las
ordenes de Piar y Cedeño. En 1818 enfrenta al general Pablo Morillo en Calabozo
y luego en Apure. Ya para 1819 en Nueva Granada y bajo las órdenes de Simón
Bolívar participa en combates como Pantano de Vargas y Boyacá para luego dejar
su huella como segundo comandante de la tercera división en la gloriosa Batalla
de Carabobo de 1821 y haciéndose merecedor de un espadín que le fue otorgado
por el general Páez por su desempeño. Luego ocupará cargos militares en San
Carlos y Carabobo hasta su retiro.
Llega el año de 1921, centenario de la batalla de Carabobo y el presidente
de la República Juan Vicente Gómez se prepara para una apoteósica celebración
que se pauta para el 24 de junio en el Campo de Carabobo, ostentará de un
imponente arco para conmemorar el hecho histórico, en la obra participan el
ingeniero Razetti, el arquitecto Chataing y el escultor Lorenzo González quien
elabora en el arco relieves que plasman hechos históricos como "Páez
y Camejo en plena acción durante la batalla; también personas simbolizando la
migración como consecuencia de la guerra; Bolívar ordenando a Páez la
persecución del enemigo; debajo del arco y a cada lado se consiguen esculturas
de 4 fornidos atletas con actitud de sostener el pesado y glorioso arco"
entre otros elementos de los cuales el prócer Figueredo, no figura.
Un día antes de la inauguración del arco de triunfo es develado un complot
para darle un golpe de Estado a Juan Vicente Gómez, el plan era atacar cuando
el presidente llegara a la inauguración el 24 de junio, la mayoría de los
implicados son hechos prisioneros.
Ante tal situación la decisión de Juan Vicente Gómez es contundente y
expresa: “No quiero a ningún Figueredo en el Campo de Carabobo”. Nos lleva a
preguntarnos si el presidente tenía la idea de conmemorar al prócer Fernando
Figueredo de alguna manera en el acto o tal vez era una excusa para reafirmar
la ingrata decisión de no incluirlo desde los inicios de la obra.
Razones para no incluirlo
El prócer Fernando Figueredo deja varios hijos, entre ellos, el Dr.
Faustino Figueredo Herrera quien se radica y hace familia (Figueredo Boggio) en
la ciudad de Valencia, convirtiéndose en gobernador del estado Carabobo en
1899, más adelante discrepa de las ideas políticas de Juan Vicente Gómez. De la
familia Figueredo Boggio llega al mundo en una noche del jueves 13 de diciembre
de 1877: Nicolás, quien se convierte en un exitoso médico que para 1921 y con
44 años participa en el frustrado complot en contra de Juan Vicente Gómez. Una
vez descubierto, es encerrado con par de grillos en los calabozos del fuerte
Libertador en Puerto Cabello, lugar en donde un poco más de cien años atrás
estuvo en similar situación, su abuelo Fernando Figueredo y en donde
permanecerá unos siete largos y duros años.
Como anécdota familiar se recuerda el temple que tuvo doña Colombia Mirabal
de Figueredo, esposa de Nicolás, viendo que su esposo tiene ya siete años
prisionero y en medio del desespero decide escribirle a Gómez, investiga que el
presidente llegará a la capilla del Ánima de la Yaguara, cerca de Tocuyito, vestida de
parroquiana espera el momento preciso para acercarse y le dice: “general,
aquí tiene esta carta, léala, es referente a mi marido que tiene siete años
preso” Gómez reacciona metiéndose la carta en la chaqueta y comenta “mire a la
señora pues”, evidentemente no se esperaba el guáramo que tuvo la dama.
Una noche, el comandante de las fuerzas militares en Puerto Cabello le da
un infarto, no encontraban médico y uno de los guardias avisa que hay un
conocido médico de Valencia en los calabozos: Nicolás Figueredo, lo sacan de
las bóvedas, atiende al comandante y ordenan que se quede a dormir cerca por si
se necesitaban de sus servicios, es así como después de siete años duerme en
una cama y no con grillos que le impedía moverse. Esta será la razón por la que
le otorgan la muy esperada libertad.
La mezquindad y el olvido
Años después de aquella inauguración, el arco se convierte en un pórtico al
majestuoso Altar de la Patria, encontrándose en la cima a Bolívar acompañado de
Mariño; Páez; Cedeño y Plaza, evidentemente no figura Fernando Figueredo, la
decisión de Juan Vicente Gómez es tajante y continua. Con el pasar del tiempo
agregan otros elementos históricos, convirtiéndolo en un complejo dedicado a
estos héroes de la libertad y merecedores de nuestra veneración, sin embargo,
un periódico de 1981 recuerda que falta el destacado héroe de este combate, que
ni siquiera figura en el bronce de los bustos que antecesora al grandioso arco,
al parecer, aquella decisión política e ingrata de 1921, se convirtió en un
predecesor a lo que continuó y continuará pasando con el tiempo, tristemente
con la ayuda del olvido y el perenne castigo injusto a la memoria del héroe.
Referencias:
Gutiérrez Betancourt, Oscar. “Semblanza Histórica del Coronel Fernando
Figueredo” Imprenta Bolívar. Valencia. 1921. (Archivo perteneciente a
Lorenzo Araujo Figueredo)
Artículo del Diario El Carabobeño, Valencia, miércoles 24 de junio 1981. Leoncio
Lucena Alvarado (Archivo perteneciente a Fernando Figueredo Lange)
Feo Caballero, Oswaldo. “Crónicas Valencianas” Ediciones de la Gobernación
del Estado Carabobo. Valencia 1989.
Herrera Vegas, Diego. “Familias Coloniales de San Carlos” Tomo
I, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas 1987.
Pulido Ramírez, Gonzalo. “De Carabobo al Cerro de la Mona” Editorial
Amolca, 2014.
Créditos y agradecimientos a la tradición oral familiar:
Lorenzo Araujo Figueredo
Fernando Figueredo Lange
Rodrigo Figueredo
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